Recuerdo el rom..rom , ruido nocturno producido por el cernido y la limpiadora en los molinos de La Roda. Había dos “El de Abajo” y “El de Arriba”. Durante el invierno no había problema y podían moler día y noche pero, durante el verano, motivado por el riego de las fincas, sólo lo podían hacer durante la noche. Recuerdo también ver atados en las paredes de los molinos, varios burros que procedían de los pueblos cercanos ya que, por no disponer de agua, no tenían molinos.
MOLINO DE ABAJO
Los molinos eran pequeñas industrias que había en todos los pueblos que tenían agua. Su misión principal era moler todo tipo de cereales. También molían guindillas ( pimientos especiales) para obtener pimetón.
Para la gente joven y no tan joven los molinos tenían otro aprovechamiento: los baños. En los banzaos, presa que almacenaba el agua detrás de los mismos. Mientras el molino permanecía parado se convertía en verdaderas piscinas en las que disfrutábamos a lo máximo. Los molineros, con el fin de almacenar toda el agua posible, siempre los tenían limpios.
Los molinos de Carracedo del Monasterio posiblemente empezaron a funcionar mediado el siglo XIX.
“El de Abajo” parece ser que fue creado por Vicente Barra. A su muerte Esperanza Barra, única heredera de Vicente, casada con Diego Yebra, fue la que continuara trabajando en el molino.
De este matrimonio nacieron nueve hijos, a saber: Pilar, Concesina, Josefa, Celia, Pura, Teresa, Silverio, Rogelio y Avelino. De los nueve hermanos fue Josefa Yebra Barra, ayudada por su hija Felisa, la que continuó con el oficio de molinera.
JOSEFA BARRA
En la última década de los 20 el molino estuvo atendido por Manuel Mauriz Villanueva y Rosario Rodríguez González.
Aproximadamente en los años 30 del siglo xx los Barra arrendaron el molino al matrimonio formados por Santiago Barrios - Carmen
En la segunda mitad de los años 30, los Barra arrendaron el molino a Rogelia y Rafael, vecinos de Carracedelo. Tuvieron dos hijos, Paco y José. El primero, Paco, nacería en el molino.
En los años 45 la familia Barra alquiló el molino a Laurindo, procedente de Cabañas, casado con Rosa. Tuvo seis hijos. Todos ellos eran unos verdaderos malabaristas con sus cuerpos, hacían verdaderos números circenses. El matrimonio llegó a Carracedo con cuatro hijos: Donilio, Laurindo, Universo y Adelmo.
LAURINDO, ROSA Y DOS HIJOS
Durante su estancia en Carracedo, nació Manolo. Balbino, el más pequeño, nacería posteriormente en Cabañas Raras y llegaría a ser defensa del Atlético de Madrid.
Luego, en los años 50, el molinero pasó a ser Antonio, procedente de Melezna, casado con Ramira y que tuvo dos hijos Toño y Berto.
Berto, de pie, a la izquierda
Eran compadres de Gilberto y Benilde, por ser los padrinos de su hijo Berto. A la pregunta ¿por qué sale la harina tan morena? El, siempre contestaba: morena si, pero el pan sale riquísimo.
A finales de los 50 y primeros de los 60, el molino pasó a manos de Gorgonio, casado con Lucita y con una hija Loly. Este fue el último molinero de Carracedo.
Gorgonio, Lucita y Loly
Los Barra, aproximadamente en los años 66, vendieron finca y molino a Manuel García, procedente de Pradela, casado con Josefa y con 5 hijos: Pedro, José, Manuel, Josefina y Mª del Carmen. En aquellas fechas el molino estaba en perfecto estado de funcionamiento, pero los nuevos propietarios, viendo que el negocio de los molinos se había terminado, lo abandonaron. En estas fechas del molino sólo quedan las cuatro paredes y la cubierta en un estado lamentable. Dos de las cuatro piedras pueden contemplarse en el Museo el Varal, regalo de Manuel García el museo " El Varal".
Familia de Manuel García
La mayor dificultad la pasó la pasó el molino, en la década de los 60, cuando, por no pagar el canon del agua, se produjo una deuda de 80.000 pta. Los Barra, dueños del molino, se enteraron del embargo por el Boletín Oficial de la provincia, 24 horas antes de que se cumpliera el plazo para ejecutar la sentencia. Podemos asegurar que el embargo se levantó una hora antes de cumplirse el plazo.
“El de Arriba” parece ser que empezó su funcionamiento con la familia Pestaña de Magaz de Abajo, propietarios de una finca, que todavía lleva su nombre y que linda al norte
con el Prado de las Eras, al sur con el barrio de la Roda, al este con la carretera de Carracedo a Cacabelos y al oeste con la presa de riego, que , al mismo tiempo, movía el molino. La finca podía alcanzar una superficie de 8 ha. Toda fue vendida a trozos.
Mª Pestaña, prima de Clodomiro Castro, en los años 30, del siglo pasado, vende el molino a Benigno Ramos y a su esposa Purificación González. Por encontrarse los compradores en Cuba, tuvieron que mandar un poder y el dinero a Antonio González, padre de Purificación. Para legalizar la compra acudieron a la notaría Antonio González y su consuegro José Ramos, padre de Benigno.
Antes de efectuarse la compra los molineros eran Amancio Martínez y Marta Alvarez. Lo abandonaron al cambiar de dueños.
Marta
Después de la compra fueron los padres de Benigno, Ramona y José, los que se hicieron cargo del molino. Tuvieron cuatro hijos Eduardo, Benigno, Piedad y Elisa. Parece ser que en aquellas fechas el molino ya no estaba en buenas condiciones de forma que, poco a poco, se fue deteriorando.
Carmen “La garrocha”
A la muerte de José Ramos, Ramona se hizo cargo del molino ayudada por su nieto Pepe Barrios “ El Garrocho”. Al poco tiempo Pepe tuvo que ir a la mili y el molino quedó abandonado.
El molino, para poder reutilizarlo, tuvo que sufrir una transformación total. Se cambió la piedra volandera grande, la anterior estaba totalmente inservible. El cernido hubo que construirlo de nuevo, cambiando armazón y toda la tela. La limpiadora hubo que repararla totalmente.
Emérita González Francisco Yebra
Emérita González Lago y su marido Francisco Yebra Carro, padres de Sita, Manolo y Chelo, fueron los molineros continuadores, hasta finales de la época de los sesenta, época en la que empezaban a funcionar grandes empresas harineras, recuérdese la fábrica de harinas Reinaldo de Cacabelos. Los molinos empezaron a perder clientes hasta el punto que las ganancias no daban para pagar las 12.000 pta del agua
En los años 70 el molino fue dado de baja para reparación, situación en la que sigue en la actualidad.
Purificación González Felicitación
Se sabe que los compradores Benigno y Purificación hicieron definitivamente vida en Cuba. Se sabe que ya han muerto que tuvieron cuatro hijos: Benigno, Ermitas, Ramona y Consuelo. Se sabe también que el primero murió y que el resto todavía mantiene comunicación con los de Carracedo.
En Cuba: Herederos de Benigno y Purificaciòn
Los dueños del molino