EL RINCÓN DEL LINO
Recuerdo, sin saber por qué, ir a la
Colonia, acompañando a mi abuela Concha, tendría yo unos 10 años, para arrancar
el lino. Mi abuela me decía que había que arrancarlo, nunca cortarlo. No sabía
por qué, pero así lo hacía. Con el se hacían unas pequeñas gavillas que, en el carro de las vacas, se
traían a la era. En la era se iban sacudiendo contra el suelo o contra unos
maderos. Tampoco sabía por qué se hacía. Con el lino sacudido se hacían unas
nuevas gavillas y se llevaban a unos charcos que había en el Colector, restos
de las riadas de invierno. Seguía sin
saber para que se metían en el agua. Pasados 10 ó 12 días se volvían a
la era y se colocaban verticales para que, poco a poco, se fueran secando. Una
vez secas se golpeaban encima de unos maderos, con una tabla alargada con un
mango. Seguía sin saber para que se hacia todo aquello. A continuación lo
pasaban por una especie de cepillo de
hierro. Luego, las mujeres mayores, lo colocaban en un palo largo e iban
sacando hilos para luego hacer prendas de vestir, bién tejiéndolas ellas mismas o en el telar de la tía Ruperta de La Colonia, barrio de Carracedo del Monasterio.
Todo lo escrito eran recuerdos, muy
difusos, de la niñez. Han pasado 60 años. Estoy ya jubilado de mi profesión de Maestro Nacional. Mis padres
eran agricultores. Yo durante toda mi vida, también fui labrador. A los 7 años
ya iba de pastor. Mi padre me esperaba los fines de semana, cuando regresaba
del Instituto Gil y Carrasco de Ponferrada, para que le ayudara en sus tareas
agrícolas. Con el paso del tiempo yo también tuve, sigo teniendo, mis tierras
que, cuando no daba clase, trabajaba. En el año 2008 me jubilé y, para
seguir cuidando mi salud, sigo atendiendo mis frutales, mis patatas,
mis uvas, mis pimientos, etc.
Como homenaje a mi segunda profesión, la agricultura, he ido,
poco a poco, haciendo un museo agrícola
que, a estas fechas, reúne la mayoría de los aperos agrícolas existentes a
mediados del siglo pasado.( Museo etnográfico el Varal de Carracedo del
Monasterio)
Como complemento al telar existente en el
museo, explicaré a continuación, teniendo en cuenta aquellos recuerdos, la
elaboración del lino de una manera muy elemental.
El lino es una planta herbácea,
dicotiledónea de la familia de las linazas. Planta de unos 50cm de larga que da
unas flores azules que, al caer, dejan al descubierto la cápsula, bagaña, que
produce la semilla ( linaza).
Plantas de lino
¿Por
qué había que arrancarla?
Parece ser que, si se cortaba, se
dehilachaban las fibras de la planta.
Una vez en la era se procedía al RIPADO. Con
un instrumento llamado RIPO se procedía a la separación de la bagaña. El ripo
estaba formado por un trozo de madera que se clavaba en el suelo y que por
cabeza tenía, y tiene, una especie de peine con dientes de hierro o de madera.
El ripo
¿
Por qué se llevaban al agua las gavillas
hechas con el resto de la planta?
Una vez ripado el lino y hechas las
gavillas se llevaban al río o a unas charcas y se sumergían en el agua. Esta
operación se llama ENRIADO. El tallo del lino, en su parte interior, está lleno
de una sustancia llamada pictina y que había que eliminar. Operación que
hacía el agua después de 8 ó 10 días, ablandando el lino y disolviendo la
pictina. Se consideraba terminada la operación cuando la tasca, cáscara, se
suelta del tallo.
La operación siguiente es el LAVADO del
lino. Una vez lavado se extiende en el campo hasta que esté completamente seco.
Luego se hacen unos pequeños mollos.
¿Por
qué se golpean con unos mazos los mollos del lino?
Caliente el lino, por efecto del sol, se
coloca sobre el “mazadeiro” ( mesa, banco , piedra, etc.) y con el objeto de fracturar los tallos se
golpean con un mazo de madera que, en una de sus caras, tiene unas pequeñas
hendiduras con el fin de que el tallo se quiebre pero no se rompa. A esta
operación se llama MAZADO.
Después del mazado se procede al
ESPADELADO. Con el Tascón , llamado también fitoira, pieza en forma de T invertida, se separan los tascos, parte leñosa del lino.
Con la espadela, espada de madera ancha y corta, se golpea el lino hasta
dejarlo lo más fino posible. El lino mazado se friega con las manos, como si se
estuviera lavando una prenda de tela, para separar la paja de la fibra. El lino espadelado se enrolla en
estrigas para que no se enrede.
La fitoira
Después del mazado y el espadelado se
procede al RASTRELADO, que consiste en peinar con un cepillo de hierro, llamado
rastrelo, las estrigas, separando el lino fino de la estopa.
El rastrelo
Con la rueca y el huso se procede al
HILADO. En la rueca se coloca una bola de lino fino que habíamos obtenido del
rastrelado. Las mujeres, con mucha habilidad y maestría, tirando del lino, al
mismo tiempo que, girando el huso, lo iban torciendo y transformándolo en hilos.
Lleno el huso se saca el hilo formando una “mazorca”.
La fase siguiente es el ENSARILLADO. Con
las mazorcas, en el sarillo, se procede al ensarillado, consistente en formar
madejas. Tras esta operación se procede a lavar el hilo cociéndolo con
distintos productos incluso a darle el color apetecido.
El sarillo
Con la DEBANADORA se deshacen las madejas
para, a continuación, hacer los carretes
que irán al telar.
EL TELAR DE “ EL VARAL”
No tengo ni idea quién inventó el telar.
Tampoco cuando. Pienso que el telar no lo inventó nadie. Posiblemente los
últimos prehistóricos cuando, aunque seguían utilizando como vestido la piel de
los animales, empezaron a utilizar las fibras que le proporcionaban la lana de
los mismos. Utilizando dos palos de dos
árboles próximos, construyeron el más elemental de los telares. Seguro que
entre los dos palos colocarían los hilos y, entre ellos, cruzarían, utilizando
los dedos, otros hilos. Había nacido, aunque sin nombre, la primera urdimbre y
la primera trama. Posiblemente los egipcios, hace más de 6000 años, darían un
gran empuje al Telar, montándolo sobre una estructura, bancada, de madera. Con
el paso del tiempo fueron también los egipcios los primeros en utilizar la
lanzadera.
La urdimbre del telar
El principio fundamental del telar no se
ha modificado desde su origen.
Los primeros telares eran los llamados de
cintura. Su estructura es de forma cuadrada o rectangular. Los hilos de la
urdimbre se mantienen tensos al fijar uno de los soportes a una estructura
vertical y el otro a una cinta que se ajusta alrededor de las caderas del
tejedor que, sentado o arrodillado, hacía su trabajo. Todavía hay pueblos que
lo utilizan.
Al telar de cintura seguirá el telar de
piso. A partir del siglo XVIII, con la revolución industrial, fueron
abandonándose los telares artesanos, sustituyéndolos por otros mas mecanizados.
Sin embargo nunca dejaron de utilizarse. En la actualidad todavía, en algunos
pueblos, siguen funcionando. La mayoría de ellos fueron abandonándose y
deteriorándose por no ser conservados en lugares adecuados. Los pocos que
quedan están pasando a ser piezas muy
apreciadas de museo.
El museo etnográfico “El Varal” de
Carracedo del Monasterio también tiene su telar artesano “ El telar de la
Tía Ruperta”.Con el fin de hacerlo mas
pedagógico se han anulado una serie de partes que, conservando su
funcionamiento, harían mas difícil su explicación y funcionamiento.
El telar
Partes del telar:
Su estructura la componen cuatro columnas
de 15x15 cm ( dos de 110cm y otras dos de 87cm) que sujetan las siete viguetas
de 15x7cm ( tres miden 115cm y cuatro 132cm) que forman la bancada del telar.
En el punto medio de los laterales del cuadrilátero se levantan dos columnas
de 160x9x5cm que soportan el batiente (
batán) y las dos poleas que mueven los
lizos. Dos pedales de madera unen, por medio de dos cuerdas, los lizos.
Maria señala el batiente con el peine
Los lizos están formados por dos mallas de
110x30 cm. Cada malla, longitudinalmente, lleva una fila de ojales. El peine de
110x10cm es de plástico y con una calada de 2mm. Completan la estructura dos
rodillos de madera de 115cm de longitud por 10cm de diámetro, colocados uno en
la parte alta del frontal y el otro en la parte central baja.
Sofía
enseña los lizos del telar
Funcionamiento del telar :
La urdimbre, compuesta por hilos de seda
rojos y amarillos, arranca del rodillo situado en la parte central baja hasta
enrollarse en el rodillo situado en la parte alta del frontal. Todos los hilos
de la urdimbre deben pasar por los ojales de cada lizo y por las caladas del peine.
Los hilos rojos pasarán por los ojales del primer lizo y quedarán libres en el
segundo. Los amarillos pasan libres el primer lizo y penetran por los ojales
del segundo. Los dos pedales, conectados con cuerdas a los lizos, al ser
pisados, alternativamente, hacen que un lizo suba mientras el otro baje. Este movimiento hace
que entre los hilos rojos y amarillos se produzca un espacio por el que se
desplaza la lanzadera que va trenzando los hilos de la trama y, por consiguiente,
produciéndose la tela.
Los
pedales del telar
El nombre del telar “ Telar de la tía
Ruperta” sirve como homenaje a la tía Ruperta, que vivió en una de las casas
de La Colonia, allá por los años 40 y fue la tejedora
del único telar que hubo en Carracedo.